La ciudad de Oxford es estupenda para visitar. Tiene un tamaño perfecto para conocer a pie o en bicicleta. En cualquiera de sus esquinas se respira ambiente universitario: sus edificios, los bares, los descuentos en las tiendas sólo para estudiantes... Lugar perfecto para pasar un verano divertido.
La única pega que encontré en Oxford, como destino para aprender inglés, es la gran cantidad de estudiantes españoles que te cruzas en la calle. Puedes estar un mes en Oxford y no salir de la comunidad española.
Según continuábamos nuestro viaje hacia el Sur de Inglaterra, nos llamó mucho la atención el cambio de carácter en la gente. Nos encontramos con un inglés mas abierto al extranjero y claramente, con muchos menos españoles para hacer pandilla.
Suerte con tu destino!!